Aparte de pinos, robles
y sauces, en el parque natural Ramat HaNadiv de
Israel crece una especie nueva: un árbol que se alimenta de energía solar y
constituye una fuente de energía eléctrica y para el wi-fi.
En sentido biológico,
todos los árboles se alimentan de la luz del sol. Sin embargo, el árbol creado
por Michael Lasry, de nombre Acacia,
es diferente: tiene un tronco de metal marrón y sus siete grandes ‘hojas’
amplias son paneles solares.
Los ejemplares de este tipo de árbol, de los
que ya existen dos, no solo sirven para dar sombra a los bancos de un jardín,
sino también para alimentar enchufes eléctricos y de USB, enfriar fuentes de
agua potable y suministrar energía para el wi-fi.
Un árbol de siete
paneles puede generar un máximo de 1,4 kilovatios, suficientes para hacer
funcionar 35 ordenadores portátiles. Una batería almacena el exceso de energía
para iluminar la zona por la noche y proporcionar energía de reserva en los
días nublados.
Según Lasry, se trata de
una nueva forma de llevar la energía solar a la gente. “Estamos acostumbrados a
ver grandes empresas trabajando en sistemas de gran escala”, asegura. “Ahora
vemos la energía solar haciéndose accesible a cada uno de nosotros en la
calle”. El nuevo árbol se dio a conocer formalmente este jueves, aunque fueron
instalados en el parque israelí hace varias semanas.
La compañía israelí Sologic, que ideó el árbol, apunta a ciudades de China y
Francia para sus primeras ventas. Un árbol solar Acacia cuesta alrededor de
100.000 dólares. Según Claude Brightman, la publicista de la empresa, la
creación es una combinación de arte, conveniencia, energía verde y sentido de
la comunidad.